El secreto marroquí

Un «Riad» es una palacio tradicional marroquí que cuenta con un patio central abierto, generalmente acompañado de una fuente o piscina árabe en el centro. La habitaciones de la casa envuelven el patio, que es la parte más importante de la estructura. La decoración árabe cuenta con puertas, ventanas y mosaicos increíbles. Las telas que decoran los cojines, se fusionan con el olor del té árabe y el sonido de algún rezo lejano.

Equity Point Marrakech / Derb El Hammam, Marrakesh, Marruecos.
 

Lo más increíble de hospedarte en un riad, es que será uno de los highlights del viaje. La mayoría están repletos de arte, cultura, deliciosa comida típica y una magia inexplicable. Los amantes de la arquitectura y la decoración no terminarán de maravillarse con los mosaicos, cojines, telas, piscinas, fuentes y muebles que los visten.

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Equity Point Marrakech
 

Cuando llegues a la Medina (el centro de Marrakech), no te asustes si el guía te lleva por pequeños callejones y misteriosos caminos. La verdadera magia de los riads de la zona amurallada es que se encuentran escondidos tras hermosas puertas árabes, dónde jamás imaginarías encontrar tan impresionante belleza.

 
 
Té con Fátima
 

¿Quieres llevar un pedacito de Marrakech contigo? Los suks son los puestos callejeros en los que encontrarás lámparas, teteras, zapatos, telas, ropa, accesorios e infinidad de cosas a precios bajísimos. El regateo será tu mejor aliado, y tu único problema será cómo meter todo lo que compraste en la maleta.

 
 ¡Me lo llevo todo!
 
Espejos
 
Suks del centro de la Medina

La bebida tradicional de Marruecos es el té árabe. Tomar una bebida caliente cuando hace mucho calor te permitirá mantenerte fresco, ya que las temperaturas en verano pueden llegar hasta los 50 grados. En invierno un té calientito también cae de maravilla. La comida tradicional no se queda atrás. El cuscus, las verduras con especias, las lentejas, la carne de cordero, el pan y los dulces típicos se quedarán en tu memoria por siempre.

Tatuajes de Henna

Paseo en camello

 

La primera vez que vi a una mujer joven cubierta con una burka en Marrakech, recuerdo que me indigné muchísimo; ¿Porqué se cubre el cuerpo y la cara?¿Porqué me está viendo tan feo ella a mi?- Qué sociedad tan atrasada e ignorante. No es posible que su religión les enseñe semejante concepto de inferioridad frente al hombre, concluí.

La segunda vez que me topé con una joven musulmana fue en Estambul. Se acercó a mi en un baño público para explicarme (en inglés fluido), que al final del pasillo había un baño “occidental” al ver mi cara de desesperación mientras intentaba descifrar los baños turcos. Cuando salí a los lavamanos ahí seguía, quitándose las múltiples capas de ropa y velos que la cubrían para lavarse las manos y pies mientras se escuchaba en los altavoces de la ciudad el rezo correspondiente a esa hora del día. Me la quedé viendo y me dijo: ¿Quieres saber porqué me lavo las manos y pies verdad? Le contesté con un poco de vergüenza que sí. –Cada vez que es hora de rezar debemos estar limpios de cuerpo para estar limpios de alma y poder comunicarnos con Dios- contestó. No supe que decirle, envidié la naturalidad y espiritualidad con la que lo dijo. Seguimos hablando un par de minutos, me preguntó de dónde era y qué hacía en Turquía, me sorprendió que estaba terminando la carrera de Ingeniería Civil en la Universidad de Estambul y que había viajado por toda Europa. Éramos ella y yo, tan iguales pero tan diferentes.

Esta y muchas otras experiencias que viví durante mi intercambio me abrieron los ojos. ¿Porqué lo que yo creo y pienso está bien y lo de los demás no?¿Porqué hay guerras, discriminación, intolerancia, violencia, si todos somos seres humanos?

Después me di cuenta que no tenía que irme tan lejos para descubrir esto. Que en México tenemos que aprender tanto de los indígenas, de los ancianos, de los niños, y de todos los que nos rodean que no son “como nosotros”. Pero fue exactamente estando “tan lejos” que pude darme cuenta del valor multicultural que tiene mi propio país y la necesidad de gente que quiera aportar su granito de arena para que nuestro México sea cada vez mejor.

-Paloma-